sábado, 24 de diciembre de 2011

Llorar por llorar.

Las lagrimas son señal de los sentimientos más puros que
demuestra un ser humano. Las lagrimas son las gotitas de sangre
transparente que derrama el corazón. Asín sin más.
Las personas lloramos en silencio para no demostrar lo que sentimos ya que muchos tememos lo que la gante puede pensar o llegar a interpretar. Yo soy de las que llora con la cara descubierta, para que me vea todo el mundo, ya que a mi no me importa enseñar lo que siento, y me da igual lo que los demás piensen. Soy dueña de mis sentimientos

viernes, 23 de diciembre de 2011

La espera es la mejor recompensa.

¿Para que sufrir?... Si nadie se preocupa por nosotros...¿ Para que chillar? si nadie nos escucha?... ¿Para que llorar?...Si nadie se para para secarte las lagrimas y ni si quiera se paran a pensar como te encuentras...
A la mierda todo, eso es lo más fácil, mandar a la mierda y ir a nuestra bola...pero, ¿es eso lo que queremos?. Yo almenos no, porque se que en algún lugar de este mundo estará él.

El olvido de un recuerdo.

Esos recuerdos nunca se olvidan. Nunca, nunca y nunca se alejan de nosotros, porque quieras o no, esos recuerdos nos han echo crecer, madurar, llorar, pero sobretodo sonreír. Sonreír es lo esencial para superarlo todo. Y cuando el mundo te dé 1000 motivos para llorar, demuestrale que tienes 1001 para sonreír.

El eco de tu mundo interior.

Todo lo que tienes que hacer es ponerte los cascos de música, tirarte al suelo, y escuchar el CD de tu vida. Canción tras canción, no puedes saltarte ninguna.
Todas han pasado, y de una forma u otra servirán para seguir adelante.
No te arrepientas, no te juzgues, sé quien eres. Y no hay nada mejor para el mundo. Pausa, rebobinar, play, y más y más aún. Nunca pares la música, no dejes de descubrir sonidos para lograr explicar el caos que tienes dentro. Y si, te sale alguna lagrima cuando escuchas esa canción, no tengas miedo, yo estaré allí para intentar sacarte una sonrisa.

Recuerdos en el olvido.

¿Recuerdos? Demasiados, tantos que nunca se me borrarán de la cabeza. Vivimos buenos momentos. Momentos que ya se han acabado. Demasiados errores. Me he dado cuenta de que contigo, he perdido el tiempo. Perdona si te llamo error... Pero es que lo eres.

El miedo.

El miedo es como la familia, que todo el mundo tiene una. Pero aunque se parezcan, los miedos son tan personales y diferentes como pueden ser lo todas las familias del mundo. Hay miedos tan simples como desnudarse ante un extraño, miedos con los que uno aprende a ir conviviendo; hay miedos con muchas inseguridades; miedo a quedarnos atrás; miedo a no ser lo que soñamos, a no dar la talla y el miedo a lo desconocido. 
Escuché a un señor decir que la felicidad es la ausencia del miedo.
Entonces, me he dado cuanta que ya no tengo miedo.