viernes, 23 de diciembre de 2011

El olvido de un recuerdo.

Esos recuerdos nunca se olvidan. Nunca, nunca y nunca se alejan de nosotros, porque quieras o no, esos recuerdos nos han echo crecer, madurar, llorar, pero sobretodo sonreír. Sonreír es lo esencial para superarlo todo. Y cuando el mundo te dé 1000 motivos para llorar, demuestrale que tienes 1001 para sonreír.

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