viernes, 9 de marzo de 2012

Los impuestos amorosos.

Tienes que arreglar cuentas con tu orgullo y tus ganas de seguir con él... ¡Pero que coñazo!
Siempre he sido una negada en matemáticas . Y además en el amor no existen ecuaciones ni operaciones... No existe el contable de los sentimientos o el asesor financiero del amor, ¿Que ocurre, que hay que pagar un impuesto para ser feliz? Si fuera verdad, lo pagaría con gusto.

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